La Cambra de Comerç de Barcelona ofrecerá financiación y servicios a las 250.000 empresas de esta provincia con el fin de mantener sus ingresos, amenazados por el decreto que elimina la obligatoriedad de las empresas de pagar una cuota a esta institución, y así asegurar su futuro.
Para fidelizar a sus asociados, la institución ha presentado hoy en rueda de prensa el Club Cambra, una plataforma de negocios para las empresas y autónomos de la provincia, y ha anunciado que ha pactado con La Caixa una línea de financiación de 2.000 millones de euros para pymes y autónomos que estará a disposición de sus socios.
El Club Cambra nace para ayudar a las empresas a promover su actividad económica y empresarial, a fomentar su internacionalización, su competitividad o la formación de sus directivos, entre otros objetivos.
El presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Miquel Valls, ha destacado que, en esta nueva etapa, la Cámara se propone “reinventarse” para ayudar, básicamente, a “hacer negocio” a las empresas.
Valls ha destacado el afán de la Cámara de Comercio de Barcelona de liderar el cambio de modelo de estas corporaciones de derecho público en España, si bien luego ha matizado que cada organización es libre de elegir su camino y que sólo espera que el resto de cámaras catalanas coincidan con la de Barcelona en el diagnóstico de futuro.
Con el fin de centrarse en la vocación de servicio a sus socios, que no pagarán nada por el hecho de pertenecer al Club Cambra, aunque sí por servicios de alto valor añadido, la institución asesorará y tramitará documentos a aquellas empresas que quieran vender en el extranjero.
También se creará una comunidad “on line” que permitirá a las empresas relacionarse con otras compañías de su sector, intercambiar documentos y acceder a una red que reúne a 1.500 cámaras de comercio en todo el mundo, entre otras funciones.
Asimismo, la Cámara ha pactado con La Caixa que los socios de este club puedan solicitar una tarjeta Visa que dará derecho a ventajas y descuentos para empresas. Durante la rueda de prensa, Valls ha mostrado su confianza respecto a la capacidad de la Cámara -una institución cumplió 125 años el pasado octubre- de adaptarse a los tiempos y de superar estos “retos difíciles” que tiene planteados. El anterior Gobierno español aprobó en diciembre de 2010 un decreto que implica que, a partir de 2013, ninguna empresa estará obligada a pagar una cuota a la institución cameral.
Efecom