Gestionar las finanzas como autónomo con una cuenta profesional

Paula García -
Cómo mejorar las finanzas del autóomo con una cuenta para negocios

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Como ocurre con cualquier otra aventura empresarial, emprender una actividad profesional como trabajador autónomo, con o sin empleados, requiere de un estricto control de los gastos y de los ingresos. En este sentido, una cuenta pensada para el autónomo aportará varias ventajas que no ofrecen las cuentas bancarias personales.

Pero antes de hablar de ese tema, conozcamos los aspectos que el trabajador no debe descuidar para conseguir que su negocio llegue a buen puerto. Y, de paso, evitar problemas de liquidez o con la Agencia Tributaria y otros organismos públicos.

Gestión de las finanzas: Cómo controlar el dinero procedente de la facturación

La actividad como profesional autónomo se presta a una práctica poco recomendable pero habitual. Se trata de mezclar los gastos e ingresos personales con los de la actividad profesional. Este error se debe evitar a toda costa. Pero, en caso de que sea imprescindible hacerlo, deberá quedar debidamente documentado para poder diferenciar los gastos e ingresos.

Los profesionales independientes han de abrir, como mínimo, una cuenta para autónomos destinada exclusivamente a las operaciones bancarias propias del negocio. Esta práctica no solo evita que el autónomo se descapitalice inadvertidamente, sino que le garantiza que siempre estará en condiciones de afrontar sus obligaciones financieras.

Además, los ingresos demostrables reflejados en esa cuenta bancaria serán su mejor aval. Por ejemplo, cuando tiene que pedir un préstamo para cubrir una inversión o solicitar la apertura de una cuenta de crédito a fin de adquirir determinados bienes o mercancías.

Por lo tanto, el mejor consejo para quienes se inician en la actividad y para quienes llevan años en ella es que se olviden de la práctica de cobrar de contado e introducir el dinero en el bolsillo sin pasar por el banco a ingresarlo.

Los cobros en efectivo deben ser ingresados, cuanto antes, en la cuenta bancaria profesional. Con los medios actuales, esto resulta sumamente sencillo. Prácticamente, todos los bancos disponen de cajeros automáticos que admiten ingresos en efectivo.

De este modo, es esencial ingresar cuanto antes el dinero en efectivo. Para ello, incluye el concepto o número de factura al que corresponde el ingreso.

Previsión de pagos

Además de los pagos correspondientes a alquileres, inversiones y adquisición de bienes a proveedores, no han de descuidarse otro tipo de obligaciones dinerarias.

Los profesionales autónomos con años de experiencia conocen sobradamente que la Administración acude puntualmente a las citas de cobro. Pero quienes comienzan la actividad suelen llevarse algún susto inicial, derivado de la imprevisión.

Conozcamos qué gastos, derivados de la actividad recaudatoria de las administraciones públicas, debe prever un autónomo para evitar situaciones de falta de liquidez:

El IVA

El IVA se liquida trimestralmente y el importe a abonar puede ser muy alto. Especialmente, si la actividad no consiste en la simple compraventa de mercancías.

En este caso, el porcentaje de IVA a devengar es muy elevado, puesto que se hacen pocas compras, pero todos los servicios cobrados incluyen el IVA.

El IRPF

El autónomo puede llevarse otra sorpresa inesperada a la hora de hacer su declaración del IRPF. Y es que, a veces, existen unas retenciones mensuales practicadas a la baja. Es un error muy común que puede derivar en que el autónomo tenga que desembolsar, de golpe, una importante suma por este impuesto.

Así que, cuanto más rentable sea el negocio, más alto será el riesgo de que eso ocurra.

Las cotizaciones a la Seguridad Social

Los autónomos con empleados han de estar especialmente vigilantes en este aspecto. A modo de ejemplo, cuatro empleados a jornada completa suponen al empresario autónomo la cotización de un mínimo anual superior a 20.000 euros.

Una cuenta bancaria personal y una cuenta para autónomos

Ya hemos mencionado que resulta imprescindible disponer de, como mínimo, una cuenta bancaria específica para autónomos. Veamos cuáles son los beneficios de este tipo de producto bancario.

Ventajas de las cuentas bancarias para negocios

Entre las características operativas que diferencian a estas cuentas para negocios de las personales, podemos destacar lo siguiente:

  • Permiten al autónomo operar con todos los bancos.
  • Garantizan la automatización de los pagos.
  • Ofrecen la posibilidad de domiciliar los recibos.
  • Posibilita un control instantáneo de todos los gastos e ingresos. Ello incluye las remesas bancarias, las TPV y las tarjetas de crédito o débito de la empresa.

Además, las entidades bancarias ofrecen al cliente que abre una cuenta para autónomos una serie de facilidades:

  • Concesión de préstamos destinados a la realización de inversiones o a la adquisición de bienes comerciales.
  • Anticipos sobre los cobros previstos.
  • Opciones de financiación. Por ejemplo, el renting. De esta manera, se pueden cubrir necesidades de equipamiento, como vehículos o maquinaria.
  • Apertura de cuentas de crédito mediante las que puede efectuar pagos, incluso cuando el saldo es negativo.

En resumen, la contratación de una cuenta bancaria para autónomos facilita la gestión diaria de las finanzas y es una importante herramienta de apoyo financiero.

El servicio de asesoría y gestión

Es evidente que, para evitar cualquier problema con la Agencia Tributaria o con la Seguridad Social, el profesional autónomo ha de disponer de tiempo y de conocimientos fiscales y administrativos. Pero el hecho es que la mayoría de ellos no tienen ni uno ni otro.

Y es aquí donde se presenta el riesgo de que la gestión financiera de un negocio no esté clara y se mezclen conceptos y se confundan los ingresos y gastos personales con los profesionales.

La solución es sencilla: contratar los servicios de un gestor externo. Con ello, el autónomo evitará cualquier riesgo derivado de la gestión administrativa y se liberará de realizar tareas para las que, seguramente, carece de cualificación.

La contratación de un gestor administrativo no supone ningún gasto inasumible. De hecho, la tarifa media de un gestor para un autónomo sin empleados ronda los 50 euros mensuales. Es decir, por 1,67 euros diarios, poco más que el coste de un café, el profesional independiente puede tener la seguridad de que ningún inspector de la administración encontrará en sus cuentas defectos o errores que conlleven una sanción económica.