El pequeño comercio acostumbra a ser el más perjudicado por los vaivenes de la economía, y en los últimos años ha sufrido mucho. La caída de ventas y del consumo interno, además de la salvaje competencia de las grandes superficies comerciales o gigantes de la venta online han supuesto un freno a un comercio que, por otra parte, es el que da vida a los barrios, pueblos y ciudades. Al fin y al cabo, el comercio tradicional es uno de los grandes motores de la economía española; vamos a ver una serie de estrategias para impulsar nuestro comercio tradicional.
1. Aprovechar las variables de marketing
Presentación, precio y promociones. Al crear u negocio como autónomo sabrás que son los tres pilares fundamentales del mundo del marketing, y los podemos controlar desde nuestro comercio tradicional para influenciar (positivamente) a los clientes.
Por ejemplo, una de las ideas para impulsar un comercio tradicional es trabajar la cartelería del escaparate o el interior de la tienda, con mensajes como “oferta especial”, precios tipo 9,99 o la presentación de los productos tanto en el escaparate como dentro. Colocar los productos clave a la altura de los ojos del cliente es fundamental para incitar a la compra. Las ventas de un productos pueden caer a la mitad al cambiarlo de sitio.
2. El aspecto del local
Del mismo modo que controlamos cuestiones como el precio o el marketing cuando tenemos nuestra propia empresa como autónomos, podemos hacer lo propio con el diseño e imagen de marca. Es más, una buena presencia nos permite tener una campaña de marketing permanente.
Cuando el cliente entra en nuestro local, debe sentirse acogido. La publicidad en el punto de venta juega un papel clave, no podemos olvidar el mensaje persuasivo, pero sin llegar a saturar a los clientes. Una disposición de estanterías, carteles, expositores o folletos amable, sin olvidar la limpieza del local, nos ayudarán a relanzar las ventas.
3. Muestras y promociones
Para aprovechar todas las estrategias de ventas, según el tipo de negocio, podemos aprovechar las muestras para dar a conocer nuestro producto entre los clientes. Es una práctica habitual en productos de belleza, y en su día también lo era en sectores como el de la alimentación.
Si tienes una charcutería, puedes ofrecer a probar alguno de los productos a los clientes. Sirve para mostrar la calidad del producto que se vende, generando confianza en el consumidor y reduciendo el riesgo de compra. Si el cliente sabe que el producto es bueno, no se lo pensará tanto a la hora de comprarlo.
4. Presencia online
Si no estás en internet, no existes. Digitalizar tu negocio puede suponer un reto pero abrirte muchas puertas. Difícilmente podremos competir contra los gigantes de la venta online que todos conocemos, pero sí que podemos abrirnos a nuevos clientes, especializarnos en determinados productos, dar a conocer nuestras ofertas y promociones o diferenciarnos de la competencia.
Para ello es imprescindible analizar la competencia y revisar las oportunidades que podemos ofrecer a la clientela. Una buena presencia online y en redes sociales es fundamental, y también podemos seguir alguna estrategia para mejorar nuestro negocio tradicional:
- Reparto a domicilio: otro paso para impulsar un negocio tradicional es dedicar una parte de nuestro tiempo a llevar la compra a casa de nuestros clientes. Puedes delimitarlo a un ámbito geográfico determinado, y dedicar un día al reparto de género entre clientes.
- Recogida en local: una alternativa al reparto a domicilio es recibir los encargos de los clientes y que vengan ellos a recogerlo. Así, no tienen que hacer cola en el local o arriesgarse a no encontrar el producto que buscaban.
Un servicio de calidad
Por último, hay que hablar de la importancia de ofrecer un servicio de calidad. Esto pasa por atender correctamente a los clientes, responder a sus demandas y necesidades, con un buen trato.
Los clientes valoran positivamente la cercanía, honestidad y buenos consejos. Tratar de vender un producto a toda costa puede ser efectivo a corto plazo, pero si colocamos productos que no cumplen con las expectativas o necesidades a largo plazo perderán la confianza en nosotros. Esfuérzate al máximo para que tus clientes se sientan queridos.