Cada vez se da más importancia a las habilidades blandas o soft skills. Se trata de las cualidades personales necesarias para triunfar en un puesto de trabajo, relacionadas con la forma de ser o con la mentalidad de cada persona. Entre otras cosas, las habilidades blandas determinan la forma en que nos relacionamos con el resto de personas. Son un elemento clave a la hora de crear un buen clima laboral en equipos de trabajo, pero no podemos perder de vista su aplicación para los trabajadores por cuenta propia. Por ello, a continuación enumeramos algunos ejemplos de soft skills para autónomos que realmente son muy valiosos a día de hoy.
Ejemplos de habilidades blandas para autónomos
Desde la perspectiva de los autónomos, nuestras soft skills determinan la forma de relacionarnos con los clientes o proveedores. También la actitud y el talante con que encaramos los proyectos o la forma de reaccionar cuando surgen problemas en un proyecto. Hay muchas habilidades blandas que nos servirán en nuestro día a día como emprendedores, por ejemplo el growth mindset -ver los obstáculos como una oportunidad-, la creatividad o la innovación; pero vamos a entrar más a fondo en las 5 soft skills imprescindibles para los autónomos y emprendedores.
1. Resiliencia
Hace referencia al a capacidad de los autónomos para adaptarse y hacer frente a situaciones difíciles como las que deberán vivir. El estrés, la presión o los contratiempos golpean constantemente a estos profesionales, que demuestran una y otra vez esa capacidad de resiliencia. El hecho de controlar los horarios o la carga de trabajo hacen que los autónomos tengan cierta ventaja sobre los trabajadores por cuenta ajena a la hora de conciliar vida personal y profesional, pero psicológicamente deben ser muy fuertes.
2. Productividad y gestión del tiempo
A diferencia de un asalariado, un autónomo no cobra por el tiempo que pasa trabajando sino por su trabajo. Si no se trabaja, no se cobra así que la capacidad de organizar el tiempo y las tareas es clave para ser productivos. Calcular el tiempo, distribuirlo y aprovecharlos es una hard skills, sino una de las soft skills más importantes para cualquier autónomo. Hay que aprender a utilizar bien el tiempo, ser metódicos y tratar de ser lo más productivos. El desorden nos pueden llevar a la pérdida de productividad… y de clientes.
3. Capacidad de adaptación y flexibilidad
Para renegociar tus contratos con los proveedores o otros tipos de negociaciones, no importa a qué sector te dediques, seguro que avanza a un ritmo vertiginoso. Un buen autónomo será capaz de adaptarse a cualquier situación a la que se enfrente. Estancarse en la zona de confort no es una opción, hay que explorar qué hay más allá. Por eso, es importante la capacidad de ser flexibles y adaptarnos rápido a los cambios o a las nuevas herramientas que surjan y que nos ayudan a gestionar mejor nuestro trabajo. El reciclaje y formación continua nos ayudan a potenciar estas habilidades blandas.
4. Don de gentes
Persuasión, negociación y ventas son tres soft skills que podemos encuadrar dentro del don de gentes. La persuasión nos permite convencer al cliente de que necesita lo que le ofrecemos. Esta habilidad se combina a la perfección con la capacidad de negociación no solo con los clientes, también con los proveedores para conseguir mejores condiciones, con los bancos cuando acudimos en busca de financiación, etc. Finalmente, las habilidades comerciales incluyen la capacidad de empatizar con el cliente y persuadirlos.
5. Pensamiento crítico
Sí, el pensamiento crítico es una habilidad blanda que nos resultará de gran utilidad para sacar adelante nuestro negocio. Hablamos de la capacidad de análisis, reflexión o síntesis a partir de las habilidades y el conocimiento. De este modo, seremos capaces de hacer frente a los problemas que surjan en nuestro día a día, sin olvidar esas dificultades que aparecen una y otra vez. Nos sirve para analizar los pros y contras de estrategias o decisiones, facilitando su resolución.