Si quieres adquirir un vehículo y tienes dudas de si te conviene comprar un coche por préstamo o por leasing, en este artículo hablamos sobre ello y aquellas situaciones en las que puede convenir una u otra opción.
El leasing tiene una ventaja importante para los autónomos y es que ofrece la posibilidad de financiar el vehículo pagando una serie de cuotas durante una serie de años para después finalmente realizar un desembolso final para adquirir la propiedad del coche o vehículo de transporte, cuando el valor del mismo ya no es tan elevado.
En la modalidad de leasing, es el banco quién se encarga de adquirir el vehículo por el usuario a cambio de alquilarlo por una cuota mensual. Una vez que se ha completado el periodo y se ha amortizado el capital más los intereses, el usuario tendrá la posibilidad de adquirir el vehículo al precio y coste residual. En ese momento, tendrá la opción de comprarlo o alquilar un nuevo vehículo por leasing.
Además, con el leasing podrás desgravarte el IVA de la cuota mensual haciendo más asequible el precio del vehículo en puesto de tener que desembolsarlo íntegramente en el momento de la compra.
Descubre más acerca de las ventajas del leasing para adquirir vehículos que necesites en tu actividad profesional.
Diferencias entre préstamos y leasing
Suponiendo el caso de un vehículo con valor de 20.000 euros, a cuatro años y tres meses, con un interés del 7%:
- Con el préstamo pagará el primer año 3.299,76 teniendo que abonar el IVA íntegro de 4,200 € al inicio. Las cuotas restantes serían de 6.599,52 € y la final, 4.949,64 €.
- En el caso del leasing, la cuota inicial sería de 2.707,08 € con un IVA de 572,69 €, para pasar a sucesivas cuotas de 5.454,15 € más 1.145,37 € de IVA. La final sería de 4.090,61 € más 859,03 € de IVA.
Aunque de forma genérica se entienda que el leasing comporta más ventajas fiscales para el autónomo, cada caso es diferente porque dependerá de las condiciones de amortización que expone el banco para la situación concreta. Descubre cuánto puedes desgravarte con un coche de leasing en tus declaraciones de impuestos.
En especial, depende también de la tesorería del negocio del autónomo y de si cuenta con más capital inicial para hacer frente a un pago único de IVA o por el contrario, es una opción más favorable el hecho de fraccionarlo en distintos pagos.
Por ello, si eres un profesional autónomo que necesita hacer uso del vehículo de forma continua con renovaciones cada cinco o seis años, el leasing es una opción a tener en cuenta. Sin embargo, si necesitas el vehículo de forma esporádica y no es requisito obligatorio para desarrollar tu actividad profesional, la compra del mismo te va a resultar más rentable.