En efecto, cualquier autónomo puede cambiar la base de cotización para aumentar o reducirla en función de sus ingresos y facturación.
Para cambiar la base de cotización no es necesario seguir un proceso complicado, sino simplemente una serie de pasos ya preestablecidos. En primer lugar, tendrás que dirigirte a la Administración de la Tesorería General de la Seguridad Social más cercana que te corresponda para hacer la solicitud del cambio de cotización.
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Sin embargo, en caso de poseer un usuario y contraseña activos, y el certificado digital necesario, podrás agilizar todas las gestiones y tramitar tu solicitud a través de la Sede Electrónica de la Seguridad Social.
Descubre cómo cambiar la base de cotización paso por paso, en el especial que hemos preparado sobre ello.
Por qué cambiar la base de cotización
Existen muchos motivos por los que un profesional podría desear modificar su cotización a la Seguridad Social.
El primero de ellos y el más importante, tiene que ver con el hecho de que los autónomos no cotizan por la cantidad que ingresan, sino que de forma general suelen escoger la mínima base para pagar la cuota de autónomos más reducida de Seguridad Social.
Esto que, a priori, puede parecer una muy buena idea para ahorrar una cantidad importante al mes, se convierte en una estrategia inadecuada a la hora de acceder a una jubilación equitativa, o bonificaciones del tipo incapacidad temporal o paro.
En estos casos, los profesionales autónomos prefieren cambiar la base de cotización para aumentarla y así poder disfrutar de las prestaciones sociales que les corresponden, en relación a una cuantía más elevada. Debemos ser conscientes de los problemas de cotizar por la base mínima durante la vida laboral.
Cotizar por la mínima base es una estrategia idónea al comienzo de la andadura laboral, cuando los gastos se acumulan y tampoco existe una experiencia previa como empresario. No obstante, a la larga, puede ser necesario un cambio en la base de cotización cuando el autónomo acumule años de trayectoria.