Hace unos días la ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez, anunciaba que en la próxima legislatura los jubilados podrían cobrar el 100% de la pensión y continuar con su trabajo, una medida aplaudida por la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos ATA. 
Las cifras que maneja la organización que preside Lorenzo Amor prevén que hasta 2020 se multipliquen por cinco el número de trabajadores por cuenta propia con edad superior a los 65 años que compatibilicen la pensión con un empleo.
Hasta la fecha, los jubilados con más de 65 años tenían la posibilidad de cobrar la mitad de la pensión y continuar trabajando. Los autónomos son los que más han recurrido a esta fórmula de compatibilización, ya que de los 30.900 jubilados que cuentan con un empleo, el 80% pertenecen a este colectivo de profesionales por cuenta propia.
Desde ATA insisten en la necesidad de flexibilizar las condiciones de acceso, sobre todo en el límite máximo de cotización. En estos momentos la edad de jubilación se coloca en los 65 años cuando se haya cotizado al menos 36 años y en los 65 años y cuatro meses en el caso de los que tengan una cotización por debajo de los 36 años.
Además de los trabajadores que se vayan jubilando en estos momentos, también tendrán la posibilidad de acogerse a este modelo los jubilados que ya estén recibiendo la pensión y cumplan con las exigidas del Ministerio de Empleo.
Lo que se pretende con estas medidas, además de conseguir un envejecimiento activo, como ya hacen en otros países como Polonia, Suecia, Reino Unido, Austria, Suiza, Francia y Alemania, es acabar con la economía sumergida. Muchas de las personas que realicen trabajos sin declarar lo hacen por miedo a perder la pensión. Creen que de esta forma mucha gente se atreverá a reconocer este tipo de actividades y además de cobrar la pensión estarán pagando impuestos y cotizando.
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