Las vacaciones no están pensadas para los autónomos. La mayoría de ellos suele optar por cogerse unos días de descanso, pero en realidad les cuesta mucho desconectar, porque siempre tiene que estar pendiente de sus clientes. Aquellos profesionales por cuenta propia que no cuentan con la posibilidad de irse de vacaciones suelen variar sus horarios, siendo la jornada intensiva una posibilidad a tener en cuenta.
El verano es una buena época para ello, sobre todo porque la mayoría de los clientes suelen hacer lo mismo. Trabajan únicamente por la mañana y no tendrás que estar pendiente de ellos. Además también comprobarás como disminuye la carga de trabajo, por lo que tienes la posibilidad de tomarte la cosas con más calma.
Los más afortunados podrán incluso trabajar desde casa por las tardes en el caso de que tengan tareas pendientes. Hay que aprovechar esta flexibilidad horaria para pasar más tiempo con la familia, tomarse un respiro o simplemente disfrutar del calor. Si el negocio que tienes te lo permite, también puedes empezar antes la jornada de trabajo, en torno a las 7:30 u 8 para acabar a las 15 horas. No te preocupes si las horas de trabajo se ven reducidas, porque será algo normal, ya que en verano hay menos actividad en todos los sectores.
Para conseguir el mayor rendimiento en esta jornada intensiva, lo más conveniente sería aprovechar las primeras horas del día para demostrar tu creatividad y originalidad. En las horas de más concentración no deberías distraerte con las llamadas de teléfono o las redes sociales, sólo consiguen que pierdas tiempo. Sería conveniente que establecieras una serie de metas a alcanzar al término de la jornada.
La opción de la jornada continua es una alternativa para aquellos autónomos que no van a tener vacaciones y que necesitan tomarse un respiro para llegar a septiembre con las pilas cargadas.