Tener una buena idea no es sinónimo de éxito cuando nos referimos a un emprendedor. El paso más importante pasa por conseguir la financiación adecuada para sacar adelante su proyecto y desarrollarlo. En muchas ocasiones, estos profesionales desconocen los plazos y las cantidades que necesitan en cada fase de este proceso.
El tiempo que se tarda en conseguir el capital necesario puede variar bastante según la ambición de cada emprendedor. En un primer momento, para comenzar con el negocio utilizará ahorros propios y el dinero de sus allegados, ya sean amigos o familiares. Esta fase puede resultar la más complicada porque en la mayoría de las ocasiones se invierte un dinero sin contar con una referencia previa y sin saber si triunfarán o no.
En los proyectos de carácter medio se necesita en torno a los 10.000 euros de inversión. Este dinero puede resultar más complicado de conseguir en esta etapa que en otras rondas que habrá más adelante. Eso sí, para llegar a este punto el negocio no podrá fracasar. –> Más información sobre las fuentes de financiación para autónomos.
Es importante que desde un primer momento el emprendedor invierta su dinero en la idea para que de esa manera posibles inversores confían en el proyecto. Si uno mismo no muestra interés por su idea, los demás tampoco lo harán.
La siguiente fase consistirá en la captación de inversores. Para ello es preciso contar con unas buenas perspectivas de funcionamiento. Resulta habitual que antes de poner capital realizan un análisis sobre la economía del negocio para disminuir los posibles riesgos al máximo. Con el paso del tiempo y cuando la inversión que se requiera pase a ser más importante, el emprendedor debe pensar en trasladar su base a otro país o quedarse en España. Todo dependerá de las facilidades que le den para conseguir más financiación y los impuestos por partes de los gobiernos.