Existe una clara relación entre el desempleo y el autoempleo. Cuanto más alta es la tasa de paro de un país, mayor será también el porcentaje de autónomos. Muchas personas recurren a este sistema debido a las escasas oportunidades que encuentra como trabajador por cuenta ajena. Un estudio de Randstad así lo desvela, utilizando para ello la información de la OCDE.
Países como España y Grecia, a la cabeza en cuanto a desempleo en Europa, también destacan por su capacidad emprendedora. Incluso países que también sufrieron en sus carnes las consecuencias de la crisis, caso de Portugal, Italia o Irlandia también cuentan con importante cifras de autónomos. Por su parte, los estados con un mercado laboral más estabilizado, como es el caso de Alemania, Países Bajos, Austria o Noruega, registran unas tasas inferiores al 15% de profesionales por cuenta propia. Algo que también se extiende a los escandinavos, donde apenas llegan al 10%.
En el informe desarrollado por Randstad se aprecia que 9 de cada 10 personas que optan por el autoempleo lo hacen para disfrutar de una mayor libertad e independencia, (una de las principales ventajas de ser autónomo), mientras que sólo el 10% se decanta por esta posibilidad por motivos económicos, al entender que conseguirán una mayor cantidad de ingresos. Por su parte, en España, 2 de cada 3 trabajadores por cuenta propia optan por este modelo laboral para sentirse realizados y por independencia, frente al 24% que destaca la posibilidad de tener más libertad.
Todo lo contrario ocurre en los países emergentes, como Brasil o China, donde el salario sí que desempeña un papel esencial para hacerse autónomo. En Brasil, el 18% reconoce que el principal motivo que les lleva a apostar por el autoempleo es la salario, frente al 27% de los autónomos chinos. Por su parte, la media europea es del 11%.
Sin lugar a dudas algo se está haciendo mal cuando la gente se ve obligada a emprender por necesidad y no por devoción.