Empieza la cuenta atrás para el 20-D. Los partidos políticos empiezan a desplegar sus armas con el propósito de conseguir el voto de los indecisos, que en estos momentos suponen casi el 40% de los electores, según se desprende de las últimas encuestas. Y como no podía ser de otra manera la mayoría de las formaciones se han centrado en los autónomos y pymes.
Saben que ocupan un lugar importante dentro del tejido empresarial del país, pero los halagos y elogios de campaña se suelen quedar en papel mojado cuando llega la hora de la verdad. La presión que pueden realizar sobre la clase política los profesionales por cuenta propia es prácticamente nula, sobre todo porque no cuentan con un interlocutor que sea capaz de reclamar las promesas incumplidas a la clase política.
No tienen la suficiente capacidad para organizarse y detener el país, sobre todo porque la situación económica no lo permite. ¿Alguien se imagina que ocurriría si cerrasen por un día todas las tiendas, comercios y talleres de un país? Está claro que estos pequeños empresarios y autónomos no cuentan con los mismos privilegios de las grandes compañías ni pueden ejercer la misma presión.
En España hay inscritos en el régimen de autónomos algo más de tres millones de personas, pero parece que algunos partidos ni se molestan en proponer nuevas medidas que sean capaces de ilusionar al colectivo. Su voto cuenta como el de cualquier otra persona, aunque a veces tampoco lo parezca. Y es que además son los que soportan una mayor cargo fiscal si se compara con los ingresos y beneficios que obtienen los empresarios de las compañías más grandes.
En muchas ocasiones se echa mucho de menos un mayor sentimiento de organización y asociación. El mejor ejemplo es el gremio de taxistas, siempre muy implicado en todos aquellos asuntos que impliquen la mejora de las condiciones laborales.
Lo peor de todo es que al autónomo no tiene presencia en las mesas de negociación ni tampoco se siente representado por patronal ni sindicatos. Aunque sí que se han dado pasos hacia mejorar esta situación, como por ejemplo, las 10 propuestas que hacen los autónomos al nuevo gobierno por parte de OPA.
Sin embargo, si nada cambia, difícilmente podrá hacerse oír por los políticos.