Una vez transcurrido un mes desde su publicación en el BOE, el sábado 10 de octubre entra en vigor la Ley de Fomento del Trabajo Autónomo y de la Economía Social, que revisa la normativa en materia de autoempleo con ánimo de incentivar el trabajo por cuenta propia.
Se prevé que con esta ley se consigan ganar 550.000 autónomos hasta 2019. Entre las medidas más importantes que se recogen en esta normativa están la ampliación de la tarifa plana, que fijará su cuota en 50 meses durante el primer semestre de actividad, pudiendo además contratar empleados sin que se pierda la bonificación.
Otra mejora reseñable afectará a los parados que deseen capitalizar la prestación por desempleo. Hasta ahora sólo se podía capitalizar el 60% en el caso de los mayores de 30 años, pero la ley permitirá que se amplíe hasta el 100% de la prestación para facilitar la inversión y los gastos iniciales que conllevan la puesta en marcha de un negocio. Otra medida de interés para los parados es la posibilidad de compatibilizar la prestación de desempleo con el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) durante un máximo de nueve meses. Hasta ahora sólo era posible en el caso de los menores de 30 años, pero la ley se extenderá a todas las edades.
En un intento por facilitar la segunda oportunidad entre los autónomos, se ampliará de 24 a 60 meses el plazo para la reanudación de la prestación por desempleo, una vez que se comience con una actividad por cuenta propia.
Por su parte, los autónomos TRADE, que son aquellos que reciben al menos un 75% de sus ingresos de una sola empresa o cliente, tendrán la posibilidad de contratar a un empleado en un intento por facilitar la vida laboral y familiar. El presidente de ATA, Lorenzo Amor, asegura que todas estas medidas servirán para dar “un paso adelante” en la creación de empleo y emprendimiento.